viernes, 25 de enero de 2013

La Estambul otomana, la ciudad de las cúpulas


Si hay una imagen que nos ha quedado grabada de las vistas de Estambul es la de sus cúpulas. La puedes mirar desde el mar, desde lo más alto de un mirador o simplemente levantando la mirada en un callejón cualquiera, las cúpulas enmarcan el paisaje histórico de la ciudad. La más antigua de todas ellas y el modelo inspirador de todas las que se construyeron a continuación es la de la bizantina Santa Sofía.

Posteriormente fueron los otomanos que durante seis siglos de imperio dejaron su huella arquitectónica con esta estructura como elemento protagonista: idearon cúpulas de todos los tamaños posibles en las mezquitas, cubrieron la actividad frenética de los bazares con más cúpulas y decoraron con vidrieras de colores las de los relajantes baños turcos. Hoy os queremos mostrar el Estambul del sultanes. De cúpula en cúpula, hoy os presentamos lo que más nos ha gustado de la Estambul otomana.

Mezquita de Süleymaniye

La más grande de todas pero a la vez esbelta, también suntuosa, pero sobre todo bella. Está considerada la obra maestra de Sinan, el arquitecto del sultán Solimán el Magnífico, el monarca más poderoso del imperio otomano.

Nos ha gustado pasear tranquilamente por los jardines que la rodean y descubrir en los callejones adyacentes a los edificios que se fueron construyendo a su alrededor: madrasas, hamman, un hospital, comedores populares, albergues para viajeros... Además de ser un lugar de culto, la mezquita tenía muchas otras funciones y a la vez era el centro de un pequeño microcosmos lleno de contrastes. Ya en el interior nos impresiona su grandiosidad y la originalidad de las composiciones florales de sus vitrales.

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Mezquita de Rüstem Pasha

Un poco difícil de encontrar, pero vale mucho la pena. En esta pequeña mezquita, próxima al Bazar de las Especias, se encuentran las baldosas más bonitas de todo Estambul. La combinación de éstas y los colores de sus vitrales conforman el interior que más nos ha gustado de todas las mezquitas que hemos visto. A su encanto se suma que no hay muchos turistas y uno se puede quedar durante largos ratos disfrutando del silencio y la tranquilidad que se respira. Digamos que es uno de esos lugares con encanto donde desconectar de todo. Si váis, os sorprenderá.



La Mezquita Azul

Cara a cara y sólo separadas por una plaza ajardinada compiten en protagonismo monumental Santa Sofía y otro de los iconos más conocidos de la ciudad: la Mezquita Azul.

La gran mezquita del sultán Ahmet Camii -este es su nombre oficial- es posiblemente la más conocida de la ciudad y, seguro la más visitada. Quizás por la gran afluencia de público con la que nos hemos encontrado, esta vez su visita nos ha decepcionado un poco. Arquitectónicamente es espectacular pero aquí es más difícil que el visitante experimente las sensaciones que describimos en las otras mezquitas. Hace diez años era un lugar mucho más tranquilo y tuvimos la oportunidad de conversar con uno de los muecines que se encargaba de llamar a la oración, incluso nos presentó su familia.

Ahora bien, a pesar de ser la que cuenta con más turistas haciendo fotos por m2, hay que reconocer que tiene bien merecida su fama. Las baldosas de colores azulados que decoran el interior (20.143 en 70 estilos diferentes, según hemos leído) dan el nombre por el que se conoce coloquialmente el edificio.


Mezquita Azul, Sultanahmed Camii

Mezquita de Eyüp

Eyüp, situado en las afueras de Estambul, es uno de los barrios que más nos ha gustado. Fuera del circuito turístico, allí se puede pasear con tranquilidad y pasar el día observando a la gente que llega de peregrinación a la mezquita.

Después de la Meca y Jerusalén, la Mezquita de Eyüp es el tercer lugar más sagrado para los musulmanes. Allí está enterrado Abu Ayyub al-Ansari, uno de los compañeros del profeta Mahoma, y actualmente es un importante lugar de peregrinación. Es de agradecer que sea un lugar visitable para el no musulmán, lo que hace que uno se considere un privilegiado de poder entrar y sentir su ambiente espiritual. Aquí lo destacable no es el edificio en sí -son más espectaculares las mezquitas que anteriormente hemos descrito-, es toda la actividad que se desarrolla a su alrededor lo que hacen que valga realmente la pena llegar a ella.


Mezquita de Eyüp

Mezquita de Eyüp

A poca distancia de la mezquita está el Cerro de Pierre Loti, un emplazamiento privilegiado con vistas al Cuerno de Oro. Se puede acceder con un teleférico oa pie por el camino que sube por el cementerio de Eyüp desde detrás de la mezquita (también interesante por la diversidad de sus lápidas.


Cuerno de Oro, Turó Pierre Loti, Colina Pierre Loti

Palacio Topkapi


Lo que fue el centro administrativo del imperio otomano, es un complejo enorme formado por varios pabellones y patios donde para visitarlo todo te puedes pasar un día entero. Dentro de él se puede visitar el harén -lo que más nos ha gustado-, el tesoro y otros edificios con colecciones de los sultanes, toda una exhibición de opulencia y riqueza de la época. Entre Dolmabahçe y el Topkapi, nos quedamos con este último aunque visitarlo todo puede ser agotador. Es interesante pero si hubiéramos estado menos días en la ciudad, hubiéramos descartado su visita.


Palacio de Topkapi, Topkapı Sarayı

Palacio Dolmabahçe


Le llaman el "Versalles asiático" y aunque este calificativo le queda grande sí es uno de los palacios más momumentales y grandilocuentes. Una extrañeza propia de la realeza europea en el país de los sultanes. No lo visitamos hace 10 años y esta vez no nos queríamos quedar con las ganas esta vez.

El sultán Abdul Mecit decidió construir este opulento palacio a mediados del XIX cuando el imperio ya estaba en declive. Posterioement pasó a ser la residencia de Ataturk. Ahora es museo y lugar de recepción de altos dignatarios que visitan el país. Decenas de salones y dormitorios. Espectacular la sala de ceremonias con capacidad para 2.500 personas y la lámpara de araña más grande que hemos visto nunca. Lástima que sólo se pueda visitar en visita guiada en grupos muy numerosos.
Este palacio se encuentra en Beyoglu, tocando el Bósforo (de hecho se puede llegar en barco por el Bósforo).


Palacio Dolmabahçe



Consejos para la visita

  • Podéis visitar todas las mezquitas sin problemas, únicamente en el momento de la oración no se permite la entrada a los turistas. En use paga entrada. Recordad llevar ropa adecuada: no se permiten pantalones o faldas cortas ni tirantes y las mujeres debe llevar la cabeza cubierta. Os debéis sacar los zapatos; por lo tanto en verano, si lleváis sandalias, es buena idea llevar unos calcetines en la mochila para ponértelos al entrar.
  • Delante de la mezquita de Süleymaniye hay varios restaurantes con terraza que ofrecen menús por 6 liras (2,5 €). Mucho más barato que los restaurantes de los alrededores de la zona de Santa Sofía y la Mezquita Azul. Interesante hacer coincidir la visita con la hora de comer.
  • La Mezquita Rüstem Pasha es un poco difícil de encontrar. Está en el barrio Eminonu, en la calle Tahtakale Cadessi, una de las calles que bordean el Bazar de las especias. Desde la calle queda escondida, hay que subir unas escaleras. A poder ser hay que ir por la mañana, para poder ver cómo entra la luz por sus vitrales.
  • Cuando visitéis la Mezquita Azul intentad ir o temprano por la mañana o bien por la noche. Son las horas que pueden encontrar menos turistas, aunque es la mezquita más visitada y siempre estaréis acompañados.
  • No os dé pereza ir hasta Eyüp, no os arrepentiréis. Plantearos un día tranquilo, porque es el lugar ideal para pasear y relajarse. Se puede combinar la visita de Eyüp con la iglesia San Salvador de Chora: respecto al centro, quedan en la misma dirección. Para llegar lo mejor es tomar un taxi (en Estambul son baratos).
  • Si en las tiendas de los alrededores de la mequita de Eyüp veis algo que os gusta, es el lugar ideal para comprar. Los precios son mucho mejores que en el Gran Bazar y no hay que regatear.
  • Para visitar el Palacio Topkapi se necesita toda una mañana larga o un día entero, pensad que es un complejo enorme. Aquí cobran entrada general, otra si se desea visitar el harén y otra por el museo del tesoro. Recomendamos visitar el harén y si tuviéramos que descartar algo, sería el tesoro.
  • Si tenéis el ISIC (carnet internacional de estudiante). En el Topkapi y en el Dolmabahçe Palace hacen importantes descuentos.


Muestra El Estambul otomano en un mapa más grande



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